7 Principios de la educación Finlandesa
· “Puedes prepararlos para los exámenes o para la vida. Elegimos
lo segundo"
Hace poco parte del equipo de nuestros redactores tuvo
la oportunidad de estar en Finlandia y ver con sus propios
ojos cómo funciona el sistema educativo de ese país (que
es considerado uno de los mejores del mundo) y ni cortos
ni perezosos reunieron más información al respecto. Lo que encontraron nos dejó a todos en Genial.guruboquiabiertos.
He aquí los datos:
Según investigaciones internacionales realizadas por
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos tres veces por año, las escuelas finlandesas mostraron los
índices más altos de conocimiento del mundo. Sus niños (que son los
que más leen en el planeta) ocuparon el segundo lugar
en ciencias naturales y el quinto en matemáticas. Pero
lo que en realidad sorprende tanto a la sociedad de pedagogos no es eso, sino que sean los niños finlandeses quienes menos tiempo
pasen estudiando cada día. La enseñanza
secundaria media en Finlandia incluye dos niveles:
-Bajo (alokoulu) de 1 a 6 grado
-Bajo (alokoulu) de 1 a 6 grado
-Superior (yläkoulu) de 7 a 9 grado El grado 10 es
complementario y al cursarlo los niños pueden mejorar sus
calificaciones, luego pasan a las escuelas profesionalizadas
o continúan sus estudios en el liceo (lukio), que sería
el equivalente a los grados 11 y 12 en nuestro modelo
escolar.
Los 7 principios de la etapa media
de la educación finlandesa:
1. Igualdad
De las escuelas
De las escuelas
No existen
escuelas de ”élite“ ni “regulares”. La escuela más grande acoge
a 960 estudiantes, y la más pequeña a 11. Todas están
dotadas con los mismos elementos, posibilidades y financiación
en proporción a su tamaño. Casi todas las escuelas son estatales
aunque hay una decena que son en parte privadas. La diferencia,
además de que los padres pagan algo de dinero, es que se exige
más a los pupilos; por lo general son laboratorios ”formativos“
especiales que siguen un modelo pedagógico en particular:
el de Montessori, Freinet, Morton, o la pedagogía Waldorf. También son privadas las instituciones donde se imparte a la vez
inglés, alemán y francés.
Siguiendo
el principio de igualdad, en Finlandia existe un sistema
paralelo que va ”de los jardines de infantes hasta
la universidad" en idioma sueco. Igualmente
en el norte del país, donde vive el pueblo lapón es posible
estudiar en el idioma nativo.
Hasta hace poco
tiempo los finlandeses tenían prohibido elegir la escuela para sus hijos
y debían llevarlos a la que estuviera más cerca
de su casa. La prohibición fue levantada pero la mayoría
de los padres de familia siguen llevando a sus hijos
a la escuela del barrio, porque todas son igual de buenas.
De todas las asignaturas.
Profundizar
en ciertas asignaturas sacrificando otras no está bien visto. Allí
no piensan que la matemática es más importante que el arte,
por ejemplo. Al contrario, la única excepción a la hora
de formar grupos especiales es para aquellos niños con interés por
el dibujo, la música y el deporte.
De los padres.
Cuál
es la profesión o el estatus social de los padres
de los niños es información que los profesores sólo conocen
en caso de ser necesario. Está prohibido que los educadores hagan
cualquier tipo de pregunta relacionada con ese tema.
De los estudiantes.
Los finlandeses
no clasifican a los estudiantes de acuerdo a sus
capacidades o preferencias en cuanto a su futura carrera.
Tampoco hay estudiantes “buenos” o “malos“, está prohibido comparar
a los estudiantes. Tanto los niños que tienen una inteligencia algo
superior como aquellos con dificultades de aprendizaje están junto
a todos los demás, al igual que los niños con discapacidades físicas,
aunque pueden ser creados grupos especiales para niños con enfermedades
relacionadas con la vista o el oído. Los finlandeses intentan
al máximo integrar a la sociedad a aquellas personas que
necesitan especial atención; la brecha entre estudiantes fuertes
y débiles es la más pequeña del mundo.
De los profesores.
No hay
profesores favoritos ni odiados, ni los profesores tienen tienen
alumnos ni grupos ”favoritos”. Cualquier desviación
en la armonía establecida es causal de finalización del
contrato con el educador. Los profesores finlandesdes tienen el deber
de cumplir con su trabajo a cabalidad, nada más ni nada
menos, además todos son igual de importantes en el grupo
de colegas, por ejemplo los profesores de física, los
de literatura o arte están todos al mismo nivel.
- Igualdad de derechos de adultos y niños
Los finlandeses
llaman a esto “el trato respetuoso hacia los estudiantes”. A los
niños desde el primer grado les explican sus derechos, incluyendo
el derecho a quejarse de algún adulto ante el trabajador
social. Eso estimula a los padres de familia a entender que sus
niños son individuos indepentiendes a quienes está prohibido ofender con
palabras o con violencia física. Humillar a los estudiantes
es algo que los profesores finlandeses no pueden hacer aún
si así lo quisieran ya que las leyes de trabajo
de su país así lo estipulan. La particularidad más grande
está en que con cada profesor se firma un contrato con sólo
un año de validez pero con la posibilidad de ser renovado
(o no). Además los educadores reciben un salario alto (de 2500
euros -el profesor ayudante- a 5000 euros al profesor principal).
2. Gratuidad
- Además de la educación en sí misma, son gratuitos:
- Los almuerzos;
- Las visitas a museos y actividades extra-clase;
- El transporte que recoge y trae a los niños si la escuela está a más de dos kilómetros de distancia de su casa;
- Todos los libros de texto y material de escritura, calculadoras e incluso los ordenadores personales y tabletas para estudiar.
- Está prohibida cualquier tipo de colecta por parte de los padres de familia.
3. La individualidad
Se diseña un plan
de estudios y desarrollo individual para cada alumno.
La individualización tiene que ver con en el contenido
de los libros de texto, los ejercicios, la cantidad
de deberes de clase, de casa; y el tiempo que
se destina para realizarlos. Así mismo el material proporcionado por
los profesores: a quién le corresponden los ejercicios más complejos
y quién se lleva los más sencillos que son similares, pero más
concretos.
Durante una misma
clase los niños pueden realizar ejercicios de diferente nivel de dificultad,
y la calificación se da de acuerdo al nivel
de cada persona. Si hoy el estudiante pudo resolver
su ejercicio de nivel básico a la perfección, mañana
le será propuesto uno de nivel un poco más elevado;
si no puede hacerlo no hay nada de malo, y regresa los
ejercicios del nivel anterior.
En las escuelas
finlandesas, además de la formación estandar, hay dos peculiaridades
en el proceso educativo:
1. El apoyo académico a los estudiantes “débiles" — Lo que en muchos países es el deber
de un profesor particular. En Finlandia los tutores particulares
no son nada populares porque los profesores titulares de las escuelas
ayudan a sus estudiantes por voluntad propia durante la clase
o después de ella.
2. Educación ”correctiva“ — Está
relacionado con los problemas de comprensión del material de clase
por no entender bien el idioma finés en el que
se dictan las clases en la gran parte de Finlandia (por
ejemplo), o puede ocuparse de inconvenientes como los problemas
de memoria, habilidades matemáticas insuficientes o comportamientos
asociales de algunos niños. La educación “correctiva” se lleva
a cabo en grupos pequeños o de forma individual.
4. Lo práctico de la educación
Los finlandeses dicen
”puedes prepararlos para los exámenes o para la vida, elegimos
lo segundo", por eso no hay exámenes en las escuelas
de Finlandia. Hay pruebas de control e intermedias
si el profesor así lo desea. Existe sólo un examen general
obligatorio al final del proceso de educación media, pero los
profesores no viven y mueren por sus resultados, ni responden
ante nadie por el desempeño de sus estudiantes. Lo más
importante: no se prepara a los niños para ese examen en especifico, ellos responden con lo que han aprendido durante todo
el proceso, nada más ni nada menos. Nada de esfuerzos por
construir en un mes lo que no se hizo en años.
En la escuela
enseñan sólo lo que puede ser útil en la vida,
el funcionamiento de un horno fundidor de hierro
no va a ser útil por eso no lo estudian, pero por
ejemplo los niños finlandeses saben desde pequeños qué
es un portafolio, un contrato, una tarjeta bancaria. Saben
calcular el porcentaje de impuestos por una herencia
o el ingreso personal, saben crear una sencilla página web personal,
calcular el precio de los productos con descuento, o dibujar
la rosa de los vientos en el lugar donde viven.
5. Confianza
Primero que todo
no se hacen revisiones a los trabajadores ni a los
profesores acerca de cómo enseñar o cómo hacer su trabajo. Hay
un sistema único de educación en el país pero sólo propone
lineamientos básicos y recomendaciones generales, y cada pedagogo usa el método de enseñanza que le parezca que le va mejor
a sus estudiantes.
Segundo,
la confianza en los niños: durante las clases es posible hacer
cualquier cosa, por ejemplo si durante la clase de literatura
muestran una película o vídeo educativo pero al estudiante no le parece interesante puede leer un libro. Se tiene
la percepción de que es la persona misma quien elige qué
es importante para su vida.
6. La buena voluntad
Estudia aquel que
quiere estudiar. Los educadores intentan atraer la atención del
estudiante, pero si este no tiene ningún deseo, interés
o capacidades para el estudio, es orientado para tener una
profesión práctica pero útil, algo "sencillo“. La idea no es llenar
al niño de ”ceros“ en sus calificaciones. Construir aviones
o plantas nucleares no es para todo el mundo, también
es necesario que alguien conduzca muy bien autobuses.
En este sentido
los finlandeses también valoran la utilidad de la escuela secundaria:
darse cuenta si vale la pena que un adolescente siga estudiando
en el liceo o es suficiente un nivel básico
de conocimientos porque le iría mejor
si va a la escuela profesionalizada. Hay que resaltar que
en Finlandia ambos rumbos son igual de respetables.
Se identifican
las aptitudes de cada niño a través de pruebas y charlas
con el especialista en orientación vocacional de la escuela.
En general,
el proceso educativo finlandés es suave, delicado pero eso
no significa que no sea algo serio. El control del horario
académico, por ejemplo, es obligatorio. Todas las ausencias son
“retribuidas”: si un estudiante de sexto grado falta
a clase, es posible que su profesor encuentre un espacio
en su horario y lo ”Invite“ a venir con
él a una lección que imparta en segundo grado, algo así como
”siéntate, y piensa en la vida“. Si de repente
el chico empieza a molestar a los más pequeños durante ese
tiempo, no se contarán las horas que haya pasado allí. Si decide
no hacer los ejercicios propuestos por el profesor para ese tiempo
nadie va a llamar a los padres de familia, amenazar,
regañar ni tildar a nadie de nada, Si los mismos padres
de familia son tan descuidados con la educación de sus hijos
como sus pequeño, este no se promoverá al siguiente grado.
Quedarse a repetir
el año en Finlandia no es una vergüenza, especialmente
después del grado noveno. Es necesario prepararse con seriedad para
la vida adulta y por eso las escuelas finlandeseas tienen
el grado 10, que como dijimos antes, es opcional.
7. Independencia
Los finlandeses creen
que la escuela debe enseñar al niño algo muy importante: a tener
una vida independiente exitosa en el futuro, por eso allí enseñan
a pensar y a adquirir conocimientos por cuenta propia. Los profesores
no recitan los temas nuevos, todo está en los libros de texto;
lo importante no es estudiar fórmulas sino el saber usar
la biografía, el internet, y la calculadora, poner los
recursos necesarios a disposición de los niños para que solucionen
sus propios problemas.
Así mismo, los pedagogos en las escuelas no interfieren en los conflictos de los
estudiantes, dándoles así la posibilidad de prepararse para las
diferentes situaciones en la vida y desarrollar la capacidad de defenderse correctamente.
El proceso educativo en las escuelas finlandesas
“Iguales” está organizado de forma diferente.
¿Cuándo y cuánto estudian?
El año escolar
en Finlandia empieza del 8 al 16 de agosto, (no hay
un día especifico para todas las escuelas) y acaba a finales
de mayo. A mitad del año escolar, en otoño hay 3 o
4 días de vacaciones y dos semanas de descanso por
la navidad. En el semestre de primavera se incluyen
dos semanas de vacaciones “de ski” (las familias finlandesas
en general van juntas a hacer ski). Y las vacaciones
de pascua.
Se estudia cinco
días a la semana y en una sola jornada (diurna).
El viernes es un día corto.
¿Qué se aprende?
Grados 1 y 2:
Se estudia
el idioma materno (finés) y a leer; matemática, ciencias
naturales, religión (de acuerdo a lo que crea cada uno)
o filosofía de vida (para quienes no están interesados
en la religión), música, artes, trabajo y educación física.
Durante una clase es posible estudiar varias asignaturas juntas
en una sola actividad.
Grados de 3, 4, 5 y 6:
Se empieza
a estudiar inglés. En grado 4 se adiciona otro idioma extranjero
a elección (francés, sueco, alemán, o ruso). Se imparten también
otras asignaturas a elección y cada escuela tiene las suyas
en particular: velocidad al escribir en el teclado
(mecanografía), educación en informática, trabajo sobre madera, canto
coral. Casi todas las escuelas cuentan con clases de música en las
que a lo largo de los 9 años de educación obligatoria
los niños prueban gran variedad de instrumentos musicales, desde
la flauta hasta el contrabajo.
En quinto grado
aparecen la biología, la geografía, la física, la química,
y la historia. De primer a sexto grado es un solo
maestro quien imparte casi todas las asignaturas. La clase
de educación física se trata de cualquier juego que implique
ejercitarse de 1 a 3 veces por semana y siempre después
de esa clase es obligatorio tomar una ducha. La clase
de lliteratura como la conocemos no existe, pero hay
un tiempo dedicado a la lectura. Es sólo en grado
séptimo cuando se asigna un profesor a ese tiempo como tal.
Grados 7, 8 y 9:
Grados 7, 8 y 9:
Se estudia
el finés y literatura (lectura y сultura local), suéco, inglés,
matemática, biología, geografía, física, química, bases de salud, religión
(filosofía de vida), música, artes, educación física, asignaturas
de elección propia y trabajo, que no está dividido en “para
hombres“ y ”para mujeres“; todos juntos aprenden a hacer sopa
y a cortar madera con sierra (por ejemplo). En grado 9 hay
dos semanas de “contacto con la vida laboral”. Los chicos encuentran
un lugar de trabajo y con gran placer van ”a trabajar“:
¿Quién necesita calificaciones?
En el país
se adoptó el sistema de 10 unidades, pero hasta
el grado séptimo se usa la calificación con letras: Regular,
aceptable, bien y excelente. De primer a tercer grado
no hay calificaciones de ninguna especie.
Todas las escueles
están incluidas en el sistema electrónico ”Wilma", que
es algo así como un diario escolar en linea en el que
los padres de familia tienen un código personal de acceso. Los
maestros escriben allí las calificaciones (si da a lugar),
llevan la cuenta de las ausencias e informan de la vida
del niño en la escuela; el psicólogo, el trabajador social,
el orientador vocacional e incluso la enfermera pueden dejar
mensajes a los padres de familia acerca de su hijo.
Las calificaciones
no tienen ese tono siniestro en las escuelas finlandesas
y se usan solo para que el estudiante las conozca, sepa
en que situación se encuentra, y se motive a mejorar sus conocimientos si así lo desea. No tienen efecto alguno sobre
la reputación del profesor, o escuela.
Detalles de la vida escolar
- El territorio de las escuelas no está cercado, no hay vigilante a la entrada y la mayoría de ellas tienen un sistema automático en la cerradura de la puerta de entrada, así que entrar al edificio solo es posible de acuerdo al horario.
- Los niños no están obligados a sentarse en pupitres, si lo desean pueden hacerlo en tapetitos o esteras colocados en el suelo. En algunas escuelas las aulas están equipadas con pequeños sillones, y divanes. Las instalaciones de los grados mas pequeños tienen alfombras.
- No hay uniforme ni ningún otro requerimiento relacionado con las prendas de vestir, se puede venir a la escuela en pijama si se desea. Se exige, eso sí, un par extra de zapatos para estar en la escuela, pero la mayoría de los niños más pequeños y de grados intermedios prefiere andar por ahi en calcetines.
- Cuando el clima lo permite las clases son impartidas al aire libre dentro del territorio de la escuela en el prado, o en bancos dispuestos en forma de anfiteatro en el exterior. Durante los descansos, los niños más pequeños son llevados fuera al menos durante 10 minutos.
- Es raro tener deberes de casa, los niños deben descansar. Y los padres no deben hacer los deberes con los niños; los profesores recomiendan que en lugar de eso la familia vaya junta al museo, al bosque o a la piscina.
- No se llama a los niños a recitar lo aprendido al lado de la pizarra. El educador sólo da a conocer el tema de la clase y luego va de lugar en lugar ayudando y controlando el desarrollo de los ejercicios propuestos, en compañía del profesor asistente (que existe en las escuelas finlandesas)
- Está permitido escribir con lápiz en el cuaderno y borrar las veces que sea necesario, además el profesor mismo puede corregir también con lápiz.
A MANERA DE CONCLUSIÓN:
Así se ve la educación media finlandesa de manera muy resumida. Puede ser que a alguien le parezca incorrecta, pero los finlandeses no pretenden ser ideales y tampoco se ufanan de lo que han conseguido; incluso en lo mejor se pueden encontrar defectos. Ellos investigan constantemente hasta qué punto su sistema educativo corresponde a lo que sucede en la sociedad moderna, por ejemplo en este momento están preparando una reforma que propone dividir la matemática en álgebra y geometría, así como aumentar la cantidad horaria de clases de esas asignaturas; también separar la literatura y las ciencias sociales (que hasta el momento van juntas).
Aún así, la escuela finlandesa hace lo más importante: sus niños no sufren de ataques de estrés por las noches ni se despiertan asustados pensando en el siguiente exámen, no sueñan con crecer pronto para librarse de todo esto y no odian la escuela; no hacen que toda la familia sufra junto a sus hijos de las penurias de la vida escolar, ya que para ellos tales penurias no existen. Son niños tranquilos, sensatos, y felices; leen libros, ven películas en su idioma original sin traducción, juegan en la computadora, corren en patines, bicicletas, componen música, obras de arte, cantan y viven contentos. Y además aprenden cosas nuevas cada día en uno de sus lugares favoritos.
Así se ve la educación media finlandesa de manera muy resumida. Puede ser que a alguien le parezca incorrecta, pero los finlandeses no pretenden ser ideales y tampoco se ufanan de lo que han conseguido; incluso en lo mejor se pueden encontrar defectos. Ellos investigan constantemente hasta qué punto su sistema educativo corresponde a lo que sucede en la sociedad moderna, por ejemplo en este momento están preparando una reforma que propone dividir la matemática en álgebra y geometría, así como aumentar la cantidad horaria de clases de esas asignaturas; también separar la literatura y las ciencias sociales (que hasta el momento van juntas).
Aún así, la escuela finlandesa hace lo más importante: sus niños no sufren de ataques de estrés por las noches ni se despiertan asustados pensando en el siguiente exámen, no sueñan con crecer pronto para librarse de todo esto y no odian la escuela; no hacen que toda la familia sufra junto a sus hijos de las penurias de la vida escolar, ya que para ellos tales penurias no existen. Son niños tranquilos, sensatos, y felices; leen libros, ven películas en su idioma original sin traducción, juegan en la computadora, corren en patines, bicicletas, componen música, obras de arte, cantan y viven contentos. Y además aprenden cosas nuevas cada día en uno de sus lugares favoritos.
Autor: Natalia K