martes, 4 de agosto de 2015

PREPARACIÓN PARA LA VIDA: SIETE PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN FINLANDESA


7 Principios de la educación Finlandesa
·       “Puedes prepararlos para los exámenes o para la vida. Elegimos lo segundo"

Hace poco parte del equipo de nuestros redactores tuvo la oportunidad de estar en Finlandia y ver con sus propios ojos cómo funciona el sistema educativo de ese país (que es considerado uno de los mejores del mundo) y ni cortos ni perezosos reunieron más información al respecto. Lo que encontraron nos dejó a todos en Genial.guruboquiabiertos. He aquí los datos:
Según investigaciones internacionales realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos tres veces por año, las escuelas finlandesas mostraron los índices más altos de conocimiento del mundo. Sus niños (que son los que más leen en el planeta) ocuparon el segundo lugar en ciencias naturales y el quinto en matemáticas. Pero lo que en realidad sorprende tanto a la sociedad de pedagogos no es eso, sino que sean los niños finlandeses quienes menos tiempo pasen estudiando cada día. La enseñanza secundaria media en Finlandia incluye dos niveles:

-Bajo (alokoulu) de 1 a 6 grado

-Superior (yläkoulu) de 7 a 9 grado El grado 10 es 

complementario y al cursarlo los niños pueden mejorar sus 

calificaciones, luego pasan a las escuelas profesionalizadas 

o continúan sus estudios en el liceo (lukio), que sería 

el equivalente a los grados 11 y 12 en nuestro modelo 

escolar.

Los 7 principios de la etapa media de la educación finlandesa:
1. Igualdad
De las escuelas
No existen escuelas de ”élite“ ni “regulares”. La escuela más grande acoge a 960 estudiantes, y la más pequeña a 11. Todas están dotadas con los mismos elementos, posibilidades y financiación en proporción a su tamaño. Casi todas las escuelas son estatales aunque hay una decena que son en parte privadas. La diferencia, además de que los padres pagan algo de dinero, es que se exige más a los pupilos; por lo general son laboratorios ”formativos“ especiales que siguen un modelo pedagógico en particular: el de Montessori, Freinet, Morton, o la pedagogía Waldorf. También son privadas las instituciones donde se imparte a la vez inglés, alemán y francés.

Siguiendo el principio de igualdad, en Finlandia existe un sistema paralelo que va ”de los jardines de infantes hasta la universidad" en idioma sueco. Igualmente en el norte del país, donde vive el pueblo lapón es posible estudiar en el idioma nativo.

Hasta hace poco tiempo los finlandeses tenían prohibido elegir la escuela para sus hijos y debían llevarlos a la que estuviera más cerca de su casa. La prohibición fue levantada pero la mayoría de los padres de familia siguen llevando a sus hijos a la escuela del barrio, porque todas son igual de buenas.

De todas las asignaturas.

Profundizar en ciertas asignaturas sacrificando otras no está bien visto. Allí no piensan que la matemática es más importante que el arte, por ejemplo. Al contrario, la única excepción a la hora de formar grupos especiales es para aquellos niños con interés por el dibujo, la música y el deporte.

De los padres.

Cuál es la profesión o el estatus social de los padres de los niños es información que los profesores sólo conocen en caso de ser necesario. Está prohibido que los educadores hagan cualquier tipo de pregunta relacionada con ese tema.


De los estudiantes.

Los finlandeses no clasifican a los estudiantes de acuerdo a sus capacidades o preferencias en cuanto a su futura carrera. Tampoco hay estudiantes “buenos” o “malos“, está prohibido comparar a los estudiantes. Tanto los niños que tienen una inteligencia algo superior como aquellos con dificultades de aprendizaje están junto a todos los demás, al igual que los niños con discapacidades físicas, aunque pueden ser creados grupos especiales para niños con enfermedades relacionadas con la vista o el oído. Los finlandeses intentan al máximo integrar a la sociedad a aquellas personas que necesitan especial atención; la brecha entre estudiantes fuertes y débiles es la más pequeña del mundo.


De los profesores.

No hay profesores favoritos ni odiados, ni los profesores tienen tienen alumnos ni grupos ”favoritos”. Cualquier desviación en la armonía establecida es causal de finalización del contrato con el educador. Los profesores finlandesdes tienen el deber de cumplir con su trabajo a cabalidad, nada más ni nada menos, además todos son igual de importantes en el grupo de colegas, por ejemplo los profesores de física, los de literatura o arte están todos al mismo nivel.


  • Igualdad de derechos de adultos y niños
Los finlandeses llaman a esto “el trato respetuoso hacia los estudiantes”. A los niños desde el primer grado les explican sus derechos, incluyendo el derecho a quejarse de algún adulto ante el trabajador social. Eso estimula a los padres de familia a entender que sus niños son individuos indepentiendes a quienes está prohibido ofender con palabras o con violencia física. Humillar a los estudiantes es algo que los profesores finlandeses no pueden hacer aún si así lo quisieran ya que las leyes de trabajo de su país así lo estipulan. La particularidad más grande está en que con cada profesor se firma un contrato con sólo un año de validez pero con la posibilidad de ser renovado (o no). Además los educadores reciben un salario alto (de 2500 euros -el profesor ayudante- a 5000 euros al profesor principal).

2. Gratuidad

  • Además de la educación en sí misma, son gratuitos:
  • Los almuerzos;
  • Las visitas a museos y actividades extra-clase;
  • El transporte que recoge y trae a los niños si la escuela está a más de dos kilómetros de distancia de su casa;
  • Todos los libros de texto y material de escritura, calculadoras e incluso los ordenadores personales y tabletas para estudiar.
  •  Está prohibida cualquier tipo de colecta por parte de los padres de familia.
3. La individualidad
Se diseña un plan de estudios y desarrollo individual para cada alumno. La individualización tiene que ver con en el contenido de los libros de texto, los ejercicios, la cantidad de deberes de clase, de casa; y el tiempo que se destina para realizarlos. Así mismo el material proporcionado por los profesores: a quién le corresponden los ejercicios más complejos y quién se lleva los más sencillos que son similares, pero más concretos.
Durante una misma clase los niños pueden realizar ejercicios de diferente nivel de dificultad, y la calificación se da de acuerdo al nivel de cada persona. Si hoy el estudiante pudo resolver su ejercicio de nivel básico a la perfección, mañana le será propuesto uno de nivel un poco más elevado; si no puede hacerlo no hay nada de malo, y regresa los ejercicios del nivel anterior.
En las escuelas finlandesas, además de la formación estandar, hay dos peculiaridades en el proceso educativo:

1.  El apoyo académico a los estudiantes “débiles" — Lo que en muchos países es el deber de un profesor particular. En Finlandia los tutores particulares no son nada populares porque los profesores titulares de las escuelas ayudan a sus estudiantes por voluntad propia durante la clase o después de ella.

2.  Educación ”correctiva“ — Está relacionado con los problemas de comprensión del material de clase por no entender bien el idioma finés en el que se dictan las clases en la gran parte de Finlandia (por ejemplo), o puede ocuparse de inconvenientes como los problemas de memoria, habilidades matemáticas insuficientes o comportamientos asociales de algunos niños. La educación “correctiva” se lleva a cabo en grupos pequeños o de forma individual. 
4. Lo práctico de la educación
Los finlandeses dicen ”puedes prepararlos para los exámenes o para la vida, elegimos lo segundo", por eso no hay exámenes en las escuelas de Finlandia. Hay pruebas de control e intermedias si el profesor así lo desea. Existe sólo un examen general obligatorio al final del proceso de educación media, pero los profesores no viven y mueren por sus resultados, ni responden ante nadie por el desempeño de sus estudiantes. Lo más importante: no se prepara a los niños para ese examen en especifico, ellos responden con lo que han aprendido durante todo el proceso, nada más ni nada menos. Nada de esfuerzos por construir en un mes lo que no se hizo en años.

En la escuela enseñan sólo lo que puede ser útil en la vida, el funcionamiento de un horno fundidor de hierro no va a ser útil por eso no lo estudian, pero por ejemplo los niños finlandeses saben desde pequeños qué es un portafolio, un contrato, una tarjeta bancaria. Saben calcular el porcentaje de impuestos por una herencia o el ingreso personal, saben crear una sencilla página web personal, calcular el precio de los productos con descuento, o dibujar la rosa de los vientos en el lugar donde viven.
5. Confianza
Primero que todo no se hacen revisiones a los trabajadores ni a los profesores acerca de cómo enseñar o cómo hacer su trabajo. Hay un sistema único de educación en el país pero sólo propone lineamientos básicos y recomendaciones generales, y cada pedagogo usa el método de enseñanza que le parezca que le va mejor a sus estudiantes.

Segundo, la confianza en los niños: durante las clases es posible hacer cualquier cosa, por ejemplo si durante la clase de literatura muestran una película o vídeo educativo pero al estudiante no le parece interesante puede leer un libro. Se tiene la percepción de que es la persona misma quien elige qué es importante para su vida.
6. La buena voluntad
Estudia aquel que quiere estudiar. Los educadores intentan atraer la atención del estudiante, pero si este no tiene ningún deseo, interés o capacidades para el estudio, es orientado para tener una profesión práctica pero útil, algo "sencillo“. La idea no es llenar al niño de ”ceros“ en sus calificaciones. Construir aviones o plantas nucleares no es para todo el mundo, también es necesario que alguien conduzca muy bien autobuses.

En este sentido los finlandeses también valoran la utilidad de la escuela secundaria: darse cuenta si vale la pena que un adolescente siga estudiando en el liceo o es suficiente un nivel básico de conocimientos porque le iría mejor si va a la escuela profesionalizada. Hay que resaltar que en Finlandia ambos rumbos son igual de respetables.
Se identifican las aptitudes de cada niño a través de pruebas y charlas con el especialista en orientación vocacional de la escuela.

En general, el proceso educativo finlandés es suave, delicado pero eso no significa que no sea algo serio. El control del horario académico, por ejemplo, es obligatorio. Todas las ausencias son “retribuidas”: si un estudiante de sexto grado falta a clase, es posible que su profesor encuentre un espacio en su horario y lo ”Invite“ a venir con él a una lección que imparta en segundo grado, algo así como ”siéntate, y piensa en la vida“. Si de repente el chico empieza a molestar a los más pequeños durante ese tiempo, no se contarán las horas que haya pasado allí. Si decide no hacer los ejercicios propuestos por el profesor para ese tiempo nadie va a llamar a los padres de familia, amenazar, regañar ni tildar a nadie de nada, Si los mismos padres de familia son tan descuidados con la educación de sus hijos como sus pequeño, este no se promoverá al siguiente grado.

Quedarse a repetir el año en Finlandia no es una vergüenza, especialmente después del grado noveno. Es necesario prepararse con seriedad para la vida adulta y por eso las escuelas finlandeseas tienen el grado 10, que como dijimos antes, es opcional.
7. Independencia
Los finlandeses creen que la escuela debe enseñar al niño algo muy importante: a tener una vida independiente exitosa en el futuro, por eso allí enseñan a pensar y a adquirir conocimientos por cuenta propia. Los profesores no recitan los temas nuevos, todo está en los libros de texto; lo importante no es estudiar fórmulas sino el saber usar la biografía, el internet, y la calculadora, poner los recursos necesarios a disposición de los niños para que solucionen sus propios problemas.
Así mismo, los pedagogos en las escuelas no interfieren en los conflictos de los estudiantes, dándoles así la posibilidad de prepararse para las diferentes situaciones en la vida y desarrollar la capacidad de defenderse correctamente.

El proceso educativo en las escuelas finlandesas 

“Iguales” está organizado de forma diferente.
¿Cuándo y cuánto estudian?
El año escolar en Finlandia empieza del 8 al 16 de agosto, (no hay un día especifico para todas las escuelas) y acaba a finales de mayo. A mitad del año escolar, en otoño hay 3 o 4 días de vacaciones y dos semanas de descanso por la navidad. En el semestre de primavera se incluyen dos semanas de vacaciones “de ski” (las familias finlandesas en general van juntas a hacer ski). Y las vacaciones de pascua.
Se estudia cinco días a la semana y en una sola jornada (diurna). El viernes es un día corto.
¿Qué se aprende?
  Grados 1 y 2:

Se estudia el idioma materno (finés) y a leer; matemática, ciencias naturales, religión (de acuerdo a lo que crea cada uno) o filosofía de vida (para quienes no están interesados en la religión), música, artes, trabajo y educación física. Durante una clase es posible estudiar varias asignaturas juntas en una sola actividad. 

Grados de 3, 4, 5 y 6:

Se empieza a estudiar inglés. En grado 4 se adiciona otro idioma extranjero a elección (francés, sueco, alemán, o ruso). Se imparten también otras asignaturas a elección y cada escuela tiene las suyas en particular: velocidad al escribir en el teclado (mecanografía), educación en informática, trabajo sobre madera, canto coral. Casi todas las escuelas cuentan con clases de música en las que a lo largo de los 9 años de educación obligatoria los niños prueban gran variedad de instrumentos musicales, desde la flauta hasta el contrabajo.

En quinto grado aparecen la biología, la geografía, la física, la química, y la historia. De primer a sexto grado es un solo maestro quien imparte casi todas las asignaturas. La clase de educación física se trata de cualquier juego que implique ejercitarse de 1 a 3 veces por semana y siempre después de esa clase es obligatorio tomar una ducha. La clase de lliteratura como la conocemos no existe, pero hay un tiempo dedicado a la lectura. Es sólo en grado séptimo cuando se asigna un profesor a ese tiempo como tal.

Grados 7, 8 y 9:

Se estudia el finés y literatura (lectura y сultura local), suéco, inglés, matemática, biología, geografía, física, química, bases de salud, religión (filosofía de vida), música, artes, educación física, asignaturas de elección propia y trabajo, que no está dividido en “para hombres“ y ”para mujeres“; todos juntos aprenden a hacer sopa y a cortar madera con sierra (por ejemplo). En grado 9 hay dos semanas de “contacto con la vida laboral”. Los chicos encuentran un lugar de trabajo y con gran placer van ”a trabajar“:

¿Quién necesita calificaciones?
En el país se adoptó el sistema de 10 unidades, pero hasta el grado séptimo se usa la calificación con letras: Regular, aceptable, bien y excelente. De primer a tercer grado no hay calificaciones de ninguna especie.

Todas las escueles están incluidas en el sistema electrónico ”Wilma", que es algo así como un diario escolar en linea en el que los padres de familia tienen un código personal de acceso. Los maestros escriben allí las calificaciones (si da a lugar), llevan la cuenta de las ausencias e informan de la vida del niño en la escuela; el psicólogo, el trabajador social, el orientador vocacional e incluso la enfermera pueden dejar mensajes a los padres de familia acerca de su hijo.

Las calificaciones no tienen ese tono siniestro en las escuelas finlandesas y se usan solo para que el estudiante las conozca, sepa en que situación se encuentra, y se motive a mejorar sus conocimientos si así lo desea. No tienen efecto alguno sobre la reputación del profesor, o escuela.
Detalles de la vida escolar


  •   El territorio de las escuelas no está cercado, no hay vigilante a la entrada y la mayoría de ellas tienen un sistema automático en la cerradura de la puerta de entrada, así que entrar al edificio solo es posible de acuerdo al horario.
  •     Los niños no están obligados a sentarse en pupitres, si lo desean pueden hacerlo en tapetitos o esteras colocados en el suelo. En algunas escuelas las aulas están equipadas con pequeños sillones, y divanes. Las instalaciones de los grados mas pequeños tienen alfombras.
  •    No hay uniforme ni ningún otro requerimiento relacionado con las prendas de vestir, se puede venir a la escuela en pijama si se desea. Se exige, eso sí, un par extra de zapatos para estar en la escuela, pero la mayoría de los niños más pequeños y de grados intermedios prefiere andar por ahi en calcetines.
  •     Cuando el clima lo permite las clases son impartidas al aire libre dentro del territorio de la escuela en el prado, o en bancos dispuestos en forma de anfiteatro en el exterior. Durante los descansos, los niños más pequeños son llevados fuera al menos durante 10 minutos.
  •      Es raro tener deberes de casa, los niños deben descansar. Y los padres no deben hacer los deberes con los niños; los profesores recomiendan que en lugar de eso la familia vaya junta al museo, al bosque o a la piscina.
  •     No se llama a los niños a recitar lo aprendido al lado de la pizarra. El educador sólo da a conocer el tema de la clase y luego va de lugar en lugar ayudando y controlando el desarrollo de los ejercicios propuestos, en compañía del profesor asistente (que existe en las escuelas finlandesas)
  •    Está permitido escribir con lápiz en el cuaderno y borrar las veces que sea necesario, además el profesor mismo puede corregir también con lápiz.

A MANERA DE CONCLUSIÓN:


Así se ve la educación media finlandesa de manera muy resumida. Puede ser que a alguien le parezca incorrecta, pero los finlandeses no pretenden ser ideales y tampoco se ufanan de lo que han conseguido; incluso en lo mejor se pueden encontrar defectos. Ellos investigan constantemente hasta qué punto su sistema educativo corresponde a lo que sucede en la sociedad moderna, por ejemplo en este momento están preparando una reforma que propone dividir la matemática en álgebra y geometría, así como aumentar la cantidad horaria de clases de esas asignaturas; también separar la literatura y las ciencias sociales (que hasta el momento van juntas).

Aún así, la escuela finlandesa hace lo más importante: sus niños no sufren de ataques de estrés por las noches ni se despiertan asustados pensando en el siguiente exámen, no sueñan con crecer pronto para librarse de todo esto y no odian la escuela; no hacen que toda la familia sufra junto a sus hijos de las penurias de la vida escolar, ya que para ellos tales penurias no existen. Son niños tranquilos, sensatos, y felices; leen libros, ven películas en su idioma original sin traducción, juegan en la computadora, corren en patines, bicicletas, componen música, obras de arte, cantan y viven contentos. Y además aprenden cosas nuevas cada día en uno de sus lugares favoritos.
Autor: Natalia K


miércoles, 29 de julio de 2015

BENEFICIOS DE LA LETRA CURSIVA


La escritura en cursiva hace a los niños más inteligentes
¿Alguna vez has intentado leer las prescripciones de tu médico? Los niños escriben con mayúsculas con mayor frecuencia porque no saben escribir en letra cursiva (también llamada “manuscrita” o “de carta”) o su letra cursiva es ilegible. Tengo un nieto que va a secundaria y le cuesta entender su propia letra escrita. Los abuelos se encuentran con que sus nietos son incapaces de leer lo que les escriben. Nuestro nuevo Secretario de Hacienda de los EE.UU. no sabe (o simplemente no lo hace) escribir su propio nombre en la nueva moneda a emitirse.
Una de las primeras cosas que aprendimos cuando nosotros, los adultos, íbamos a la escuela era cómo escribir el abecedario en letras mayúsculas y minúsculas y, luego, cómo escribir palabras, oraciones, párrafos y ensayos a mano. Algunos de nosotros tuvimos la suerte de tener clases de caligrafía donde aprendíamos cómo lograr que nuestra escritura sea linda y legible. Actualmente, la escritura en el teclado está de moda y los Estándares Educativos en EE.UU. ya no requieren que los estudiantes de la primaria aprendan a escribir en letra cursiva. Es más, algunas escuelas rechazan dicha enseñanza ya que la consideran una “habilidad del pasado”.[1]
Según Zaner-Bloser Inc., una de las editoriales del país especializadas en la escritura manuscrita, la enseñanza de escritura manuscrita en las escuelas primarias supone poco más de una hora semanal. La escritura en letra cursiva no se enseña generalmente después del tercer grado (yo tenía clases de caligrafía en 7º grado; a lo mejor es una coincidencia, pero fue en 7º grado cuando mágicamente pasé de ser un estudiante mediocre a uno excepcional).
Sin embargo, los científicos están descubriendo que el aprendizaje de la letra cursiva es una herramienta crucial para el desarrollo cognitivo, particularmente para entrenar el cerebro desde el punto de vista de la “especialización por áreas del cerebro”[2], es decir, del rendimiento óptimo. Mediante el aprendizaje de la escritura en cursiva, el cerebro desarrolla una especialización por áreas que integra la sensación, el control del movimiento y el razonamiento. A diferencia de la escritura en el teclado y la práctica visual, según estudios de tomografías del cerebro, diversas áreas del cerebro se co-activan durante el aprendizaje de la escritura en cursiva.
Existe un beneficio externo para la habilidad de razonamiento que se emplea en la lectura y escritura. Para escribir con una letra cursiva legible se necesita un cierto nivel de control de motricidad fina sobre los dedos. Los alumnos deben prestar atención y pensar qué están haciendo y cómo lo están haciendo. Tienen que practicar. Estudios con tomografías cerebrales revelan que la cursiva activa áreas del cerebro que no están involucradas cuando se escribe en el teclado.
En general, muchos de los beneficios de escribir a mano derivan simplemente de la mecánica de trazar letras. Durante un estudio realizado en la Universidad de Indiana y que se publicará este año[3], investigadores analizaron, mediante imágenes de resonancia magnética, a niños pre-alfabetizados de 5 años de edad antes y después de que fueran instruidos en el aprendizaje de la cursiva. En aquellos niños que habían practicado a mano la escritura, la actividad neuronal fue mucho más destacada y similar a la de los adultos que en aquellos niños que simplemente observaron las letras. El “circuito de lectura” en el cerebro, el circuito de áreas asociadas que se activan durante la lectura, se activó al trazar la escritura manuscrita, no así al escribir sobre el teclado. De la misma manera, esta investigación demostró que escribir letras en un contexto significativo, contrapuesto al de sólo dibujarlas, activa de forma más sólida diversas áreas en los dos hemisferios.
Al aprender la escritura manuscrita, incluso si se trata de la escritura en mayúsculas, el cerebro de un niño deberá:
·         Distinguir cada trazo respecto a otros.
·    Aprender y memorizar el tamaño adecuado, oblicuidad de la forma global y la característica detallada de los rasgos de cada  letra.
·         Desarrollar habilidades de categorización.
La escritura en letra cursiva trae consigo aún más beneficios que la escritura en mayúsculas, ya que los movimientos son más difíciles, las letras menos estereotipadas y la necesidad del reconocimiento visual crea una mayor variedad de formas de representar las letras. Además, la letra cursiva es más rápida y más atractiva para los estudiantes ya que les da un mayor sentido de estilo personal y pertenencia.
Otro estudio destacó la relación exclusiva que existe entre la mano y el cerebro a la hora de pensar y tener ideas. Virginia Berninger, una profesora de la Universidad de Washington, dio a conocer su estudio sobre niños en primer, segundo, cuarto y sexto grado, en el cual revelaba que los niños que escribían más palabras, más rápidamente y expresaban mejor las ideas cuando escribían ensayos a mano que cuando lo hacían sobre un teclado.[4]
Existe todo un campo de investigación conocido como “háptica” que comprende las interacciones del tacto, movimientos de la mano y funciones del cerebro.[5] La escritura en letra cursiva ayuda a entrenar el cerebro con el fin de integrar la información visual y táctica así como también la habilidad motora fina. Se está volviendo una obsesión para los sistemas educativos, a cargo de ideólogos desinformados y de instrucciones federales, evaluar conocimientos a costa del entrenamiento de niños para desarrollar una mejor capacidad de adquirir conocimientos.
Los beneficios para el desarrollo cerebral son similares a lo que se obtiene cuando se aprende a tocar un instrumento musical. No todos pueden pagar clases de música pero todos tienen acceso al lápiz y al papel. No todos pueden comprar un ordenador a sus hijos (a lo mejor estos niños no son tan desafortunados como creemos).
No nos desanimemos. El 23 de enero, algunas escuelas en EE.UU. celebran el “Día nacional de la escritura manuscrita”. La letra cursiva aún sigue viva. Es necesario que los padres insistan en que se siga enseñando en las escuelas.













martes, 28 de julio de 2015

CREATIVIDAD, PASIÓN Y AMOR A LA TAREA PEDAGÓGICA:





CREATIVIDAD, PASIÓN Y AMOR A LA TAREA PEDAGÓGICA:


Fomentar la pedagogía innovadora y creativa requiere RE-pensar los incentivos para este comportamiento, Si consideramos que la innovación y la creatividad son importantes, por lo consiguiente consideramos que se necesita un sistema que las apoye, ya que una profesión proactiva,  empoderada y basada en las investigaciones requiere las herramientas relevantes para definir sus propósitos y  sus prácticas.



viernes, 24 de julio de 2015

Las emociones implican atención, curiosidad y aprendizaje.



El investigador en neurociencia Francisco Mora asegura que el elemento esencial en el proceso de aprendizaje es la emoción porque sólo se puede aprender aquello que se ama, aquello que le dice algo nuevo a la persona, que significa algo, que sobresale del entorno en Neuroeducación, el libro que acaba de publicar en Alianza Editorial.
Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria. 
La alegría como base del aprendizaje
El científico señala que “los niños hoy aprenden, desde muy pronto, conceptos abstractos en habitaciones con ventanales sin mucha luz o luz artificial, con el rigor y la seriedad de maestros que se aleja de aquel “juego” primitivo que generaba aprender y memorizar de lo sensorial directo, “con alegría”, base de la atención y el despertar de la curiosidad”.
Entender esto hoy en su raíz y desde la perspectiva de cómo funciona el cerebro y sacar ventaja de ello –afirma– “es un primer principio básico de la enseñanza con el que se puede llegar a aprender y memorizar mejor. estos principios se pueden extender en su aplicación no solo a la enseñanza básica o durante la adolescencia sino a los más altos estudios universitarios o a estudios aplicados sea la empresa o la investigación científica”.
Asimismo añade que “la neurociencia cognitiva ya nos indica, a través del estudio de la actividad de las diferentes áreas del cerebro y sus funciones que solo puede ser verdaderamente aprendido aquello que te dice algo. aquello que llama la atención y genera emoción. aquello que es diferente y sobresale de la monotonía”.
“La atención, ventana del conocimiento, despierta cuando hay algo nuevo en el entorno. Ese ‘algo nuevo’ apela, como hace millones de años, a la supervivencia como último significado” –añade–. “La atención nace de algo que puede significar recompensa (placer) o castigo (peligro) y que por tanto tiene que ver con nuestra propia vida”. “Pero con el devenir evolutivo y la propia civilización –advierte Mora–, aprender y memorizar son mecanismos que los hemos llevado a unos niveles tan abstractos y de tan alto calado social que escapan y se han venido alejando de las raíces inviolables, genéticas y evolutivas, de aquella alegría que en su origen significó verdaderamente aprender y memorizar”.
Conocer cómoo funciona el cerebro revitalizaría la enseñanza
A su juicio, revitalizar hoy la enseñanza y el aprendizaje en este nuevo contexto de una cultura avanzada, “requiere un conocimiento de cómo funciona el cerebro en esos procesos y llevarlo a los maestros y los profesores para que estos finalmente lo apliquen en las aulas”. Asegura que “de esto se han dado cuenta muy recientemente prestigiosos pensadores e instituciones como el recién creado Centro de Neurociencia para la Educación de la Universidad de Cambridge o la International Mind-Brain and Education Society a través de su revista Mind, Brain and Education”. No obstante asegura que “es bien cierto que, hasta ahora, el conocimiento extraído de las neurociencias no ha sido fácil mostrarlo a los maestros y ellos transferirlo como método a la enseñanza de los niños o los estudiantes de instituto”.
Reconoce que “existen problemas en la relación neurocientífico-maestro (y mas allá profesores universitarios) sobre todo en el lenguaje utilizado por los primeros para dirigirse a los segundos en la transferencia de estos conocimientos. y en los segundos, los maestros, para captar, con certeza y seguridad esos conocimientos a la hora de emplearlos con los alumnos”.
“Desde esta perspectiva como base –subraya– se pretende construir este libro que propongo con el título de Neuroeducación y que tendría un formato similar al libro ¿Se puede retrasar el envejecimiento del cerebro?”
Mora, utilizando un lenguaje sencillo, conciso y asequible pretende “desarrollar las contestaciones a las preguntas básicas y los componentes esenciales del problema que representa el advenimiento de la neurociencia para la educación y enumerar y describir brevemente las soluciones y ventajas de estas nuevas concepciones”.
Fuente: Canal Lector


sábado, 4 de julio de 2015

EL ARTE Y LOS NIÑOS

EL ARTE HACE A LOS NIÑOS MEJORES PERSONAS Y MEJORES ESTUDIANTES, CONFIRMA ESTUDIo


Un estudio publicó cómo impacta en la educación el acercamiento de los estudiantes al arte.

Algunos están de acuerdo en que el arte es una parte importante de la educación básica. Debido a que la tendencia en los planes de educación de varios países se inclina hacia las ciencias exactas y la lengua, científicos sociales de la Universidad de Arkansas hicieron un experimento para comprobar los beneficios de impartir arte en las escuelas.  
En un estudio publicado en Education Next y Educational Researcher, se afirmó que los alumnos expuestos a las instituciones culturales como museos y centros de artes escénicas, no sólo tienen niveles altos de compromiso con las artes sino este acercamiento genera más tolerancia, empatía histórica, mejor memoria educativa y pensamiento crítico.
“Los cambios fueron significativos” dijo Jay P. Greene, profesor de la reforma educativa e investigador del estudio. En particular un solo tour a museo tiene una impresión definitiva en los estudiantes. De acuerdo con Greene, los estudiantes de este tour recordaron lo que habían aprendido “incluso sin una razón externa para hacerlo, como un grado o un examen.
Cuando el Crystal Bridges Museum of American Art abrió en Betonville, Arkansas, hace dos años, el museo ofreció a 11 mil estudiantes paseos. Cada grupo visitante (escogido por sorteo) vio 5 pinturas en una hora. Los paseos estaban dirigidos especialmente a los estudiantes, esto significa que los curadores no les dieron cátedra, sino que se les proporcionó la información mínima acerca de cada pintura y pasaron la mayor parte del tiempo facilitando discusión.
Tres semanas después, los estudiantes llenaron un cuestionario acerca de su experiencia en el museo. Aparte de recordar información sobre las pinturas que vieron, se les pidió responder preguntas sobre tolerancia hacia los otros y sobre empatía. Al final se les pidió escribir un ensayo corto acerca de una nueva pintura: The Box de Bo Bartlet, la cual no estuvo expuesta en el museo. Los estudiantes que ganaron el sorteo pero que no fueron en paseos de grupo, fueron el grupo de control. Los estudiantes también tuvieron que escribir sobre The Box relacionando la empatía y la tolerancia con dicha obra. Varios jueces revisaron los ensayos.
El equipo de Greene se sorprendió por lo académico que resultó la información y por lo mucho que aprendieron los alumnos, pues fueron capaces de recordar que la pintura hacía referencia a los apoyos de los precios durante la Gran Crisis de 1929 y también que otra pintura hacía referencia los abolicionistas que boicotearon la compra de azúcar.
“Estos detalles históricos no estaban incluidos en la introducción del curador” explica Green. Esto significa que el formato basado en la discusión alentó a los estudiantes a hacer preguntas importantes acerca de las pinturas. Pero algo acerca de la experiencia del museo también permitió a los pupilos recordar la información de la pintura un mes después. Eso es destacable considerando que los chicos olvidan rápidamente lo que han aprendido para los exámenes.
Cuando se les pidió a los estudiantes analizar una pintura no conocida “hubo un gran incremento en qué tan observadores eran los estudiantes si iban al museo de arte.  Fueron mucho mejores notando detalles en la nueva pintura que aquellos que no fueron.” Los alumnos también fueron capaces de empatizar con las personas y los casos referidos de una forma en la que el grupo de control no pudo hacerlo.
“Antes del estudio, muchas personas nos dijeron que los chicos sólo mirarían hacia fuera de elas ventanas.” dijo Greene, “Pues no, no lo hicieron. Prestaron atención y absorbieron información.” En parte esto se debe al formato de experiencia que no es cátedra. Pero Green sospecha que la razón también está vinculada a quitar a los estudiantes de su ambiente usual de escuela y ponerlos en uno cultural.”
“Puedes darle a los estudiantes una reproducción de gran calidad de una pintura pero no es lo mismo” dice Greene “ es como ver a un televangelista en lugar de ir a la iglesia. Tanto las iglesias como los museos invierten en arquitectura. El acto de ir pone la mente de las personas en otra experiencia receptiva”.