La escritura en cursiva hace a los niños más inteligentes
¿Alguna vez has intentado leer las prescripciones de tu médico? Los
niños escriben con mayúsculas con mayor frecuencia porque no saben escribir en
letra cursiva (también llamada “manuscrita” o “de carta”) o su letra cursiva es
ilegible. Tengo un nieto que va a secundaria y le cuesta entender su propia
letra escrita. Los abuelos se encuentran con que sus nietos son incapaces de
leer lo que les escriben. Nuestro nuevo Secretario de Hacienda de los EE.UU. no
sabe (o simplemente no lo hace) escribir su propio nombre en la nueva moneda a
emitirse.
Una de las primeras cosas que aprendimos cuando nosotros, los adultos,
íbamos a la escuela era cómo escribir el abecedario en letras mayúsculas y
minúsculas y, luego, cómo escribir palabras, oraciones, párrafos y ensayos a
mano. Algunos de nosotros tuvimos la suerte de tener clases de caligrafía donde
aprendíamos cómo lograr que nuestra escritura sea linda y legible. Actualmente,
la escritura en el teclado está de moda y los Estándares Educativos en EE.UU.
ya no requieren que los estudiantes de la primaria aprendan a escribir en letra
cursiva. Es más, algunas escuelas rechazan dicha enseñanza ya que la consideran
una “habilidad del pasado”.[1]
Según Zaner-Bloser Inc., una de las editoriales del país especializadas
en la escritura manuscrita, la enseñanza de escritura manuscrita en las
escuelas primarias supone poco más de una hora semanal. La escritura en letra
cursiva no se enseña generalmente después del tercer grado (yo tenía clases de
caligrafía en 7º grado; a lo mejor es una coincidencia, pero fue en 7º grado
cuando mágicamente pasé de ser un estudiante mediocre a uno excepcional).
Sin embargo, los científicos están descubriendo que el aprendizaje de la
letra cursiva es una herramienta crucial para el desarrollo cognitivo,
particularmente para entrenar el cerebro desde el punto de vista de la
“especialización por áreas del cerebro”[2], es decir, del rendimiento óptimo.
Mediante el aprendizaje de la escritura en cursiva, el cerebro desarrolla una
especialización por áreas que integra la sensación, el control del movimiento y
el razonamiento. A diferencia de la escritura en el teclado y la práctica
visual, según estudios de tomografías del cerebro, diversas áreas del cerebro
se co-activan durante el aprendizaje de la escritura en cursiva.
Existe un beneficio externo para la habilidad de razonamiento que se
emplea en la lectura y escritura. Para escribir con una letra cursiva legible
se necesita un cierto nivel de control de motricidad fina sobre los dedos. Los
alumnos deben prestar atención y pensar qué están haciendo y cómo lo están
haciendo. Tienen que practicar. Estudios con tomografías cerebrales revelan que
la cursiva activa áreas del cerebro que no están involucradas cuando se escribe
en el teclado.
En general, muchos de los beneficios de escribir a mano derivan
simplemente de la mecánica de trazar letras. Durante un estudio realizado en la
Universidad de Indiana y que se publicará este año[3], investigadores
analizaron, mediante imágenes de resonancia magnética, a niños
pre-alfabetizados de 5 años de edad antes y después de que fueran instruidos en
el aprendizaje de la cursiva. En aquellos niños que habían practicado a mano la
escritura, la actividad neuronal fue mucho más destacada y similar a la de los
adultos que en aquellos niños que simplemente observaron las letras. El
“circuito de lectura” en el cerebro, el circuito de áreas asociadas que se
activan durante la lectura, se activó al trazar la escritura manuscrita, no así
al escribir sobre el teclado. De la misma manera, esta investigación demostró
que escribir letras en un contexto significativo, contrapuesto al de sólo
dibujarlas, activa de forma más sólida diversas áreas en los dos hemisferios.
Al aprender la escritura manuscrita, incluso si se trata de la escritura
en mayúsculas, el cerebro de un niño deberá:
·
Distinguir cada trazo respecto a otros.
· Aprender y memorizar el tamaño adecuado, oblicuidad de la forma global y
la característica detallada de los rasgos de cada letra.
·
Desarrollar habilidades de categorización.
La escritura en letra cursiva trae consigo aún más beneficios que la
escritura en mayúsculas, ya que los movimientos son más difíciles, las letras
menos estereotipadas y la necesidad del reconocimiento visual crea una mayor
variedad de formas de representar las letras. Además, la letra cursiva es más
rápida y más atractiva para los estudiantes ya que les da un mayor sentido de
estilo personal y pertenencia.
Otro estudio destacó la relación exclusiva que existe entre la mano y el
cerebro a la hora de pensar y tener ideas. Virginia Berninger, una profesora de
la Universidad de Washington, dio a conocer su estudio sobre niños en primer,
segundo, cuarto y sexto grado, en el cual revelaba que los niños que escribían
más palabras, más rápidamente y expresaban mejor las ideas cuando escribían
ensayos a mano que cuando lo hacían sobre un teclado.[4]
Existe todo un campo de investigación conocido como “háptica” que
comprende las interacciones del tacto, movimientos de la mano y funciones del
cerebro.[5] La escritura en letra cursiva ayuda a entrenar el cerebro con el
fin de integrar la información visual y táctica así como también la habilidad
motora fina. Se está volviendo una obsesión para los sistemas educativos, a
cargo de ideólogos desinformados y de instrucciones federales, evaluar
conocimientos a costa del entrenamiento de niños para desarrollar una mejor
capacidad de adquirir conocimientos.
Los beneficios para el desarrollo cerebral son similares a lo que se
obtiene cuando se aprende a tocar un instrumento musical. No todos pueden pagar
clases de música pero todos tienen acceso al lápiz y al papel. No todos pueden
comprar un ordenador a sus hijos (a lo mejor estos niños no son tan
desafortunados como creemos).
No nos desanimemos. El 23 de enero, algunas escuelas en EE.UU. celebran
el “Día nacional de la escritura manuscrita”. La letra cursiva aún sigue viva.
Es necesario que los padres insistan en que se siga enseñando en las escuelas.