La
voz es uno de los más importantes instrumentos de los docentes, ya que hablamos
continuamente con nuestros alumnos en el aula, y es por ello que debemos tener
un especial cuidado en ella, para evitar serios problemas de salud. La disfonía
es uno de los problemas más comunes que se dan en nuestra profesión, ya sea por
una mala utilización de la voz por falta de conocimientos para hablar de manera
adecuada sin dañarnos, o por un problema físico. Se define como un “Trastorno
momentáneo o duradero de la función vocal considerado como tal por la propia
persona o por su entorno”.
Los síntomas más claros que nos indican una posible disfonía son: ronquera, carraspeo, aspereza; cambios del tono de la voz; dolor agudo asociado al uso vocal; y cambios en la habilidad para hablar.
Aquí
os dejo unos consejos para que cuidéis vuestra voz, pero no olvidéis que si
tenéis problemas persistentes debéis acudir a un especialista a que os oriente
y os trate.
Lo
que debemos hacer para tener una voz sana es:
v Mantener una buena higiene de boca y
nariz, tratando los enfriamientos y los problemas alérgicos en cuanto se
presenten.
v Dormir y descansar lo suficiente.
v Evitar el tabaco y el alcohol
v Atender cuanto antes infecciones
respiratorias y alérgicas
v Consultar a un médico si tenemos
síntomas de reflujo gástrico
v Beber abundante líquido durante todo
el día y especialmente antes y durante el habla seguida
v Respetar el reposo vocal horario (15
minutos cada hora de habla seguida.
Reposa la voz después de la jornada laboral. Reposa el fin de semana)
Reposa la voz después de la jornada laboral. Reposa el fin de semana)
v Evitar gritos, ruidos, imitaciones
con la voz y usarla continuamente si no tiene entrenamiento.
v Evitar esfuerzos de voz durante el
ejercicio físico.
v Evitar carraspear y toser
continuamente para aclarar la garganta.
v Mantener la garganta relajada cuando
comience a hablar
v Evitar ambientes contaminados por
ruido y humo.
v No hablar con la boca semicerrada,
v Evitar ambientes ruidosos que
obliguen a elevar el volumen
v Evitar ambientes cargados y tóxicos
(humo, disolvente, polvo..)
v Usar humidificadores en ambientes
secos (calefacción, aire acondicionado…)
v Mantener la postura adecuada, sin
forzar los músculos.
v Evitar el estrés.
v En nuestra práctica diaria en el
aula, podemos utilizar diversas estrategias para captar la atención de los alumnos.
(Yo las he probado personalmente durante todos mis años de docencia, y en
realidad dan más resultado que ir gritando por el aula).
v Sustituir los gritos de atención por
otras técnicas que igualmente capten la atención de nuestros alumnos, como
por ejemplo:
*Dar unas palmadas.
*Contar con algún elemento de ayuda, como una
campanita, un Cascabel.
v Apagar y encender la luz varias veces
seguidas (los niños se extrañarán y se callarán, entonces podréis hablar sin
forzar la voz)
v Comenzar a cantar una canción
conocida por ellos muy bajito. Algunos empezarán a seguiros, e irán cantando,
hasta que todos lo hagan. Entonces al acabar la canción y todos callen podréis
hablar sin problemas y sin forzar la voz.
v Llamar a varios alumnos y explicarles
un “secreto” al oído. No hay mayor curiosidad que la de los niños. Tened por
seguro que todos callarán para “ver” que es eso que le contáis a los otros
compañeros.
v Empezad a explicar un cuento con la
frase mágica… Erase una vez. Y seguid contando una historia que os inventéis
que sea protagonizada por los niños. Todos querrán estar en la historia, y
vosotros debéis de ir nombrando a los que estén callados.
v Felicitarlos. Si están callados,
podéis decir en voz alta (no gritéis)… Felicito a …, por que está muy guapo/a
trabajando o jugando, o almorzando (lo que esté haciendo). Todos quieren
que los felicitéis así que callarán bien rápido.
v Poned una canción infantil que les
guste en un CD. Todos comenzarán a cantar rápido.
v Simplemente sentaos, y miradlos mientras
se callan. Los que os vean irán avisando a los demás de que estáis esperando
para hablar. Cuando callen, preguntad… ¿Puedo hablar ya?. Gracias. Y
explicad lo que tengáis programado.
La disfonía es uno de los problemas más comunes que se dan en nuestra profesión, ya sea por una mala utilización de la voz, por falta de conocimientos para hablar de manera adecuada sin dañarnos, o también por un problema físico.
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