DIEZ ESTRATEGIAS PARA EDUCAR A LOS NIÑOS EN
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Las emociones visten cada aspecto de nuestras vidas y de nuestra
cotidianidad. El saber controlarlas, gestionarlas y utilizarlas con la
habilidad adecuada, nos permitirá sin duda afrontar nuestro día a día de un
modo más eficiente.
Emoción, pensamiento y acción son los tres pilares que hilan cada instante de nuestro ser, de ahí la importancia de ahondar en ese tipo de conocimiento para afrontar determinadas situaciones, para desenvolvernos en nuestra sociedad de un modo eficiente. Entonces ¿no es pues imprescindible que los más pequeños se inicien también en el aprendizaje de la Inteligencia Emocional?
Pensemos por ejemplo en esos niños con una capacidad deficiente para aceptar la frustración e incluso para obedecer una negativa, niños que no respetan a sus iguales y que el día de mañana están condenados a una realidad donde la infelicidad va a ser ese leivmoiv con el que van a tener que vivir, al ser incapaces de comprender a los demás. El conocimiento, comprensión y control de las emociones son básicos para que nuestros hijos se desenvuelvan adecuadamente en sociedad, de ahí que te sugiramos estos principios para que les introdujas en el siempre interesante campo de la Inteligencia Emocional.
1. CONTROLAR SU IRA.
Hasta los 18 meses los niños necesitan básicamente el afecto y el
cuidado de sus padres, todo ello les aporta la seguridad suficiente para
adaptarse en su medio, para explorar y dominar sus miedos. Pero hemos de tener en cuenta que a partir de los 6 meses van
a empezar a desarrollar la rabia, de ahí la importancia de saber canalizar sus
reacciones y corregirles cualquier mala acción.
Hay bebés que pueden golpear a sus padres o hermanos, gritar enfurecidos cuando no se les ofrece algo, acciones que a los progenitores les puede hacer gracia, pero recordemos que es importante establecer límites desde que nacen, y sobre todo, el hecho de hablar a los niños continuamente y en cada momento, los niños entienden mucho más de lo que expresan, de ahí la necesidad de razonarles y de controlar esas rabietas o ataques de rabia.
Hay bebés que pueden golpear a sus padres o hermanos, gritar enfurecidos cuando no se les ofrece algo, acciones que a los progenitores les puede hacer gracia, pero recordemos que es importante establecer límites desde que nacen, y sobre todo, el hecho de hablar a los niños continuamente y en cada momento, los niños entienden mucho más de lo que expresan, de ahí la necesidad de razonarles y de controlar esas rabietas o ataques de rabia.
2. RECONOCER EMOCIONES
BÁSICAS.
A partir de los dos años es una edad perfecta para iniciar a los niños
en el campo del reconocimiento de emociones, es entonces cuando ellos empiezan
a interactuar con los adultos y otros niños de modo más abierto, así pues
podemos realizar varios ejercicios con ellos, como puede ser introducirlos en
las emociones básicas: alegría, tristeza, miedo y
rabia. ¿Cómo? Mediante fotografías de rostros,
mediante dibujos, preguntándoles cuestiones como: "Qué le pasa a
este niño?" "¿Está triste?" "¿Por qué crees tú que está
triste?" Es un modo perfecto para que aprendan a reconocer no
sólo sus emociones poco a poco, sino también las de los demás, y sobre todo, su
empatía.
3. SABER NOMBRAR LAS
EMOCIONES.
A partir de los 5 años sería perfecto que los niños supieran ya dar
nombre a las emociones de modo habitual: “estoy enfadado porque no me has
llevado al parque”, “estoy contento porque mañana nos vamos de excursión”,
“tengo miedo de que cierres la luz porque me dejas solo.”
4. SABER AFRONTAR LAS
EMOCIONES CON EJEMPLOS.
Es habitual que los niños en ocasiones se vean superados por las
emociones, rabietas que les hacen gritar o golpear cosas. Es necesario
que nosotros no reforcemos esas situaciones, una vez haya terminado la rabieta
podemos enseñarles por ejemplo que antes de gritar o pegar, es mejor
expresar en voz alta qué les molesta. Que aprendan a expresar sus sentimientos
desde bien pequeños.
5. DESARROLLA SU EMPATÍA.
Para desarrollar una dimensión tan importante como esta, es necesario
razonar con ellos continuamente mediante preguntas. "¿Cómo crees que se siente el abuelo tras lo que le has dicho?" "¿Por qué crees que está llorando tu hermana?"
"¿Crees que papá está hoy contento?"
6. DESARROLLA SU
COMUNICACIÓN.
Hablar con los niños, hacerles preguntas, razonar, jugar, poner
ejemplos… es algo imprescindible en su educación. Debemos favorecer
contínuamente el que puedan expresarse, poner en voz alta su opinión y sus
sentimientos, que aprendan a dialogar.
7. LA IMPORTANCIA DE SABER
ESCUCHAR.
Imprescindible. Desde muy pequeños deben saber guardar silencio mientras los demás
hablan, pero no sólo eso, debe ser una escucha activa, de ahí que sea recomendable hablarles despacio, frente a frente y
terminando las frases con un "¿has entendido?", "¿estás
de acuerdo con lo que he dicho?".
8. INICIARLOS EN LAS
EMOCIONES SECUNDARIAS.
A partir de los 10 o 11 años van a surgir en sus vidas emociones
secundarias que van a cobrar más peso en sus vidas, tales como el amor, la
vergüenza, la ansiedad… Siempre es adecuado que una
buena comunicación con ellos nos permita hablar de estos temas abiertamente,
deben sentirse seguros ante esas nuevas emociones que asaltan su día a día,
habrá situaciones que por ejemplo les causen mucha ansiedad, como es por
ejemplo un examen, realidades que van a ser constantes en sus vidas y que deben
aprender a gestionar.
9. FOMENTAR UN DIÁLOGO
DEMOCRÁTICO.
A medida que los niños se van haciendo mayores van a aparecer más
demandas por su parte, de ahí que desde bien pequeños les hayamos enseñado la
importancia de pactar, de dialogar, de acordar de modo democrático. La familia
es un ejemplo de la sociedad y es el mejor campo de aprendizaje.
10. APERTURA A LA
EXPRESIÓN DE EMOCIONES.
Es esencial que podamos facilitar a nuestros hijos la confianza
apropiada para que pongan en voz alta aquello que les preocupa, que les hace
infelices y también felices. El hogar y la escuela van a ser esos
primeros escenarios donde se va a desarrollar su vida, si les ofrecemos
comodidad para que se puedan expresarse y comunicar, también lo harán a medida
que crezcan y en el resto de contextos.
El saber comunicarse y el reconocer emociones propias y ajenas, son sin duda imprescindibles para que vayan madurando poco a poco y alcancen una solvencia adecuada para integrarse en la sociedad y ser felices en ella. Nosotros podemos darles esa oportunidad..
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DIEZ ESTRATEGIAS PARA EDUCAR A LOS NIÑOS EN INTELIGENCIA EMOCIONAL: CONTROLAR LAS EMOCIONES NOS PERMITE AFRONTAR NUESTRO DÍA A DÍA DE UN MODO MÁS EFICIENTE.
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